Rizal me dijo la otra noche que le habían escrito dicién- dole que su familia tendría gusto en que volviera a Filipinas en Junio. La manera de decirlo me hizo comprender que era ·como una huída.
Departiendo conmigo me decía que todavía no me había comprendido, que no sabía en que concepto le teníá yo.
–Como amigo, le dije–quiere Vd. más?
–Verdad es que eso es bastante,–repuso él con algo de ironía.
¡Pobre Rizal!
Después no sé qué dijo a Esquive! (ignoro a cual de los
dos hermanos se referiría, tal vez a Francisco) tan inten- cionadamente, pero con tal aire de inocencia que no pude por menos de decirle: –Si Vd. fuera enemigo mío, le tendría a Vd. mucho miedo.
–No; Vd. no será nunca enemiga mía, por lo menos si de mi depende.
–Me alegro mucho de eso-le dije-porque por lo que es por la mía, no será Vd.
Rizal told me the other night that they had written him telling him that his family would be glad if he would return to the Philippines in June. His manner of saying it made me understand that it was like a flight.
Conversing with me he said that he had not yet understood me, that he didn’t know what I think of him.
“As a friend,” I said to him. “Would you want more?”
“It’s true that’s enough,” he replied with a slight irony.
Poor Rizal!
Afterwards I don’t know what he said to Esquivel so designedly but with such an air of innocence that I couldn’t help telling him: “Were you my enemy, I would fear you very much.”
“No, you’ll never be my enemy, at least if it depended upon me.”
“I’m very glad of that,” I said, “because on my part, you’ll not be.”